El Cabildo de Santiago estableció en el año 1552 el primer Mercado Público de Santiago. Su ubicación: la Plaza de Armas. En el sólo podía venderse cosas que hubiese en estas tierras, u originarias de otras tierras de las Indias, pero no de España. Se vendían allí pescados, legumbres y todo tipo de menestras, puestas en géneros botados en el suelo. Se dictaminó entonces que se levantasen unos galpones o toldos para la venta de productos en el costado oriente de la plaza.
El lugar donde se emplaza hoy el Mercado, era conocido como El Basural. Al ser un paso obligado hacia el Puente de Cal y Canto fue convirtiéndose en una feria espontánea.
Al comienzo del Siglo XIX el Cabildo ordenó que se instalaran allí las carretas que venían del norte para aplicar allí los aranceles y revisar las mercaderías.
En los tiempos de la Patria Vieja El Basural servía para los ejercicios de tropas, y para revistas de los batallones. Don Juan José Carrera usaba ese lugar para ensayar cargas de sus granaderos a caballo. De puente a puente se realizaban estos ejercicios.
El aspecto de ese Mercado original que se incendió en 1864 era colorido y pintoresco, pero lleno de riesgos para la higiene y por lo tanto para la salud de los ciudadanos. Aunque los puestos eran mejores que los de la Plaza de Armas, la fealdad de esta Recova era extrema.
Durante el gobierno de José Joaquín Prieto, en el año 1868, la Municipalidad quiso construir un nuevo Mercado. Se encargaron los planos a Manuel Aldunate y Fermín Vivaceta. Ellos pensaron en un pabellón cuadrado, y en una estructura metálica que se encargó a Inglaterra. La ornamentación estuvo a cargo de Nicanor Plaza. A mediados de 1872 el edificio del Mercado Central se encontraba listo para entrar en operaciones. Pero antes de ser entregado a su uso normal, Benjamín Vicuña Mackenna decidió presentar allí una gran exposición de las Artes e industrias. A toda prisa se armó una variopinta exposición con objetos manufacturados en tierras chilenas. En otro extremo del salón, el público se deleitaba con los pinturas entre las cuales se destacaban los cuadros cuequeros de Caro pintados en Valparaíso. La exposición se inauguró el 15 de septiembre de 1872. En dos carros del ferrocarril urbano decorados por guirnaldas flores y banderas llegaba el presidente de la República, los ministros y miembros de la Universidad. Años más tarde, en 1915 se se inauguró en el centro del mercado una pila de mármol con una estatua de bronce cuyo autor es el escultor Carlos Lagarrigue.
El Mercado actual es un icono de la ciudad y centro turístico y gastronómico donde las delicias del mar dan un irrefutable testimonio de una chilenidad plena y vigente. Que bello sería que sus trabajadores conocieran la historia de este acogedor lugar y pudiesen ilustrar al visitante chileno y extranjero, con una breve pincelada de ese romanticismo en que nació este emblemático recinto que tan bien representa al ser chileno y santiaguino.
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