sábado, 10 de octubre de 2020

  •  CHARLATANES DE SANTIAGO

  • Otros personajes urbanos de Santiago son los charlatanes. En el pasado gozaron de gran popularidad por el histrionismo sus vendedores de vestón cuadrillé y bigotillo recortado. Peinado a la gomina y de pañuelo rojo de seda. Hubo algunos que se enfundaban una serpierte al cuello que no dejaba de ser intimidante. “Levántate cabeza dura que vamos a trabajar” llamaba a su mascota golpeando con un bastón la maleta que contenía al reptil. Sus ofertas eran arrolladoras y podían empezar con una billetera de auténtico cuero de cocodrilo a lo que se sumaba un portacarnet de plástico de seis divisiones y por si esto fuera poco agregamos una espléndida peineta ”Pantera” de bolsillo. Todo esto por encargo de Comercializadora ito ito por el único y módico precio de una luca…
  • Un señor calvo mas bien de baja estatura ataviado de un delantal blanco y una mesita de demostración promociona un mágico pelapapas que maneja con destreza de prestidigitador. La cáscara del tubérculo cede como guante y el producto parece infalible. El público que se agolpa en las vetustas puertas de bronce giratorias del Banco del Estado es testigo deslumbrado de este espectáculo de marketing avanzado. Su verso potente, continuo y aprendido de memoria es el mejor refuerzo a su destreza manual. Pero como en muchas cosas el desengaño aparece en casa cuando el uso del pelador no resulta tan fácil como le resulta a él.
  • El mago Palito, una suerte de chaplin criollo en cambio, era un hombre cálido de un humor muy urbano y chileno…también era un prodigio en el arte de la magia y su número del palito de fósforo ensartado en un palo de helado que giraba y aparecian dos, y luego giraba y había tres.. era mágico y atrayente. “Los dejé locos…” pregonaba con risueño beneplacito. El vox populi dice que su número tuvo mucho éxito en Buenos Aires. Llenó las calles de Santiago con su sencillo y gentil arte.
  • El tristetemente celebre juego de apuestas llamado “Pepito paga doble” está en manos de tipos siniestro y esporádicos que aparecen y desaparecen cuando la ronda de la policía se acerca. Siempre acompañados de palos blancos que se mezclan entre los incautos y mirones y se atreven a apostar y ganan de inmediato. Ese es el anzuelo para los ingenuos que creen poder doblar su dinero mediante esta apuesta abyecta. Generalmente pierden y el truhan de dedos mágicos desaparece.
  1. Vecinos de estos a veces están los candidos vendedores de vidrios de calco. Toda una fauna de personajes que hacen chilenidad y folklore santiaguino de pura cepa popular.