viernes, 5 de mayo de 2017

A PIE POR SANTIAGO (CRONICAS DE LA CIUDAD)

EL MERCURIO
Siempre me he preguntado como es que El Mercurio sobrevive. Por el avisaje me dicen. Pero no es el diario más leído. Parece curioso que uno de los menos leidos se mantenga por el avisaje. 
Salvo que seamos gallegos para publicitar ahí.
Alguna vez leí el cuerpo Artes y Letras del antiguo Mercurio. Se salvaba de cuando en cuando. Y busqué en los avisos económicos leyendo sentado en el banco de un parque los avisos económicos. Esas uniformadas columnas de párrafos, la posibilidad de encontrar algún trabajo urgente en medio de la letra chica. Hoy parece no necesitar ese chaucheo para sobrevivir. Cuando USA decide desclasificar todo el accionar de la CIA en Chile y latinoamerica en general en los ultimos decenios , El Mercurio queda al desnudo y se hace público lo que era un secreto a voces. La nitida participación y dirección en la conjura que rompió la democracia mediante el Golpe de Estado. No habia manos limpias. Los milicos hicieron el trabajo sucio, y ellos el negocio. Tan verdad como el mítico lienzo de la rebeldía sesentera que colgó desde el frontis de la Universidad Católica con la más certera sentencia que retrataba de cuerpo entero y para siempre a este medio de comunicación al servicio de la oligarquia local. “EL MERCURIO MIENTE” . Por esos años sus editoriales estaban llenas de falsedades y acusaciones ridículas. Imaginarias conspiraciones con ocultos mensajes del delirante Plan Z encriptado en la etiqueta de una cajetilla de cigarillos muy popular de la época. Habia de dar vuelta cajetilla en 180º y la marca MONZA se convertía en un mensaje encriptado. La primera letra. Es decir la “A” patas arriba significaría “Plan” en ruso. luego veina la letra Z. 
Desués se formaba la palabra NOW. ¡Bingo! Esta era una prueba más. “PLAN Z AHORA” , traducido al castelano . Así de chanta la imaginería facha de una derecha que ya olía añeja. No parece creíble que los supuestos enemigos fueran tan giles, como para entregar de esa manera un mensaje tan gravitante,
Pero seamos justos también El Mercurio sirvió para hacer los cucuruchos en que las vecinas se llevaban las lustrosas frutas de la estación que compraba en la proletaria esquina mapochina. También sirvió para hacer los gorros de maestros pintores de brocha gorda. y para poner hoja a hoja hasta cubrir el piso de la pieza para pintarla. Finalmente, sus páginas cortadas en formato de 13 x 20 cms., puestas y clavadas como un turro en el listón de madera de la caseta letrina séptica rural, sirve perfectamente, previo ablandamiento manual, para limpiarse el culo . Algo es algo.