martes, 7 de marzo de 2017

A PIE POR SANTIAGO (CRONICAS DE LA CIUDAD)

100 AÑOS
Te hiciste de letra en letra, de sílaba en sílaba, de palabra en palabra, de frase en frase, de verso en verso hasta nacerte canción. Tus dedos afirman el tuntuneo en la cuerda quinta y tu guitarra se llenó de trinos de pájaros, y te hiciste rasgueo, acordes, arpegios, música, Tu alma se llenó de pena cuando la suerte impía no quiso que tu corazón sonriera. Y tus cuadernos se llenaron de poesía. Te miraste las manos y fuiste urdiendo lana por lana tu colosal y onírico mundo de fantasmagóricos seres de colores. Y fuiste arpillerista azul, verde y granate. Si al amor, no a la guerra, sí a la amistad, no a la represión. Y quisiste rescatar el corazón terrestre de tu patria y recorriste de norte a sur la sufrida geografía buscando incansable los versos desperdigados por campos y desiertos. Nadie te entendía. Todos se hacían un lado. No pudieron ver el tesoro que yacía oculto bajo el oscuro manto del olvido, y que brotó con una fuerza telúrica irrefrenable cuando los regaste con tus lágrimas. Y seguiste adelante sostenida por el tesón de tu resiliencia inagotable. Con tu rebeldía de mujer chilena. Y te hiciste flor y de tanta raíz te hiciste Parra, y de esa savia nació un vino eterno que te ayudo a cantar tus pesares…y después de vivir un siglo, el mismo siglo de la rebeldía de tus hermanas obreras textiles allá en la lejana Rusia zarista te llama y te convoca para que nos enseñes los acordes de tu inextinguible revolución.