La Peña Antilén estaba ubicada en Alameda casi al frente del Cerro Santa Lucía. Fue nuestro refugio en los oscuros días de la dictadura, y por su escenario desfiló un variopinto número de artistas que soñaban con una patria distinta y libre. Aunque funcionaba en un subterráneo del local, cosa que pudiese parecer oculta, era muy acogedora y agradable y quizás este hecho era de una significativa complicidad con los centenares de artistas emergentes que expresaron su sentir sobre el escenario. Tras una breve escalinata de pocos escalones se llegaba a un espacio lleno de mesas donde nos congregábamos y cruzábamos el umbral de la noche conversando, discutiendo, bebiendo el generoso vino tinto que abrigó las madrugadas musicales de esa época.
De cuando en cuando llegaba un tipo algo mayor, de gruesos bigotes, fornido todavía que gustaba de incorporarse a la velada y cuando hablaba nos hacía callar, a veces con una inusitada insolencia. Decía llamarse Jack Brown. Yo no lo conocía aunque me intrigaba esta suerte de lecciones de vida que nos daba. Cuando hablaba el profe no volaba ni una mosca. Su nombre real era Caupolicán Montoya y había sido la primera voz de la mítica orquesta Huambaly. Demás está decir que la orquesta Huambaly es la primera orquesta rítmica de Chile de los años 50 y su fundador Carmelo Bustos, un saxofonista y amante del jazz contagia con su idea a Jack Brown y Luis Córdova y a otros músicos nacionales con los que compartieron más de quince años de éxitos. Los integrantes originales de la Huambaly fueron: Lucho Kohan, saxo y director, Jack Brown voz, Roberto Acuña trompeta, Pastor Gutiérrez trompeta, Carmelo Bustos saxo y clarinete, Fernando Morillo piano, Raúl Angel contrabajo, Lucho Córdova batería y Oscar Salazar tumbadoras. Jack Brown se retira en 1954 y es reemplazado por Humberto Lozán.
Cuando el profe Jack visitaba la peña ya venía de vuelta de los desengaños y vivía en una pequeña pieza que el Centro Cultural Mapocho que estaba en Alameda y Victoria Subercaseaux, le prodigaba quizás como reconocimiento a su trayectoria. Hoy cuando se habla de la orquesta Huambaly habitualmente el nombre de Jack Brown no se menciona. Sólo figura Humberto Lozán, que sin duda fue quien se proyectó con la orquesta. Pero no se puede olvidar a quienes tuvieron el mérito fundacional de tan prestigiosa agrupación musical. Además Jack Brown fue un versátil hombre de radio donde hacía un personaje dedicado a los niños. “La Hormiguita Cantora y el Duende Melodía” se llamaba un espacio que se transmitia por allá por el año 1955 por las ondas de Radio Chilena. Él era el duende melodía. Fue él quién cambió la “G” del nombre de la orquesta por la “H” que sonaba más tropical. Vaya un minúsculo homenaje al querido profe Jack Brown, quien compartió parte de sus días al calor de las noches de la inolvidable Peña Antilén.